Atrapan con las manos en la masa a ladrón candados Cementerios.
SANTIAGO.- Empleados del cementerio Cristo Vivo, del sector El Ingenio, atraparon “con las manos en la masa” a un jovenzuelo que se dedicaba a robar candados para vendérselos a las metaleras. Álvaro Luis González, de 18 años y residente en la barriada de Cienfuegos, según él, fue sorprendido por empleados del camposanto en plena tarde del domingo cuando ya tenia más de 50 candados en su poder. El administrador del cementerio de El Ingenio, Juan Toribio, informó que González fue entregado de inmediato a las autoridades policiales para que lo remitan a la justicia.
No es la primera vez que se registran estos robos en el referido lugar por lo que las autoridades municipales habían dispuesto una vigilancia especial “y el domingo el ladrón cayó en nuestras redes”, dijo Toribio. La técnica utilizada por estos delincuentes, para desprender los candados de las tumbas, es la cizaña o en todo caso, un martillo, pero prefieren la primera porque con el martillo el ruido es mayor. El domingo, hacia las 4:00 de la tarde, cuando Álvaro Luis González tenia ya en su poder al menos 51 candados, los empleados del cabildo le echaron el guante, llevándolo de inmediato al destacamento policial de Cienfuegos.
En Santiago los delincuentes acaban con todo lo que pueda servirles, en lo que a hierro se refiere, para venderlo a las metaleras, que compran sin especificar de donde provienen esos objetos.
Así son pocos los imbornales que tienen tapas pues los ladrones han hecho su agosto y parece ser que estas son las más cotizadas. En calles y avenidas de Santiago no queda prácticamente un imbornal protegido. Ahora los ladrones parecen poner en marcha otra modalidad de robo, los candados de los cementerios, pensando a lo mejor que los muertos no salen, pero olvidándose de que los vivos están al acecho. (Relaciones Públicas Ayuntamiento).
No es la primera vez que se registran estos robos en el referido lugar por lo que las autoridades municipales habían dispuesto una vigilancia especial “y el domingo el ladrón cayó en nuestras redes”, dijo Toribio. La técnica utilizada por estos delincuentes, para desprender los candados de las tumbas, es la cizaña o en todo caso, un martillo, pero prefieren la primera porque con el martillo el ruido es mayor. El domingo, hacia las 4:00 de la tarde, cuando Álvaro Luis González tenia ya en su poder al menos 51 candados, los empleados del cabildo le echaron el guante, llevándolo de inmediato al destacamento policial de Cienfuegos.
En Santiago los delincuentes acaban con todo lo que pueda servirles, en lo que a hierro se refiere, para venderlo a las metaleras, que compran sin especificar de donde provienen esos objetos.
Así son pocos los imbornales que tienen tapas pues los ladrones han hecho su agosto y parece ser que estas son las más cotizadas. En calles y avenidas de Santiago no queda prácticamente un imbornal protegido. Ahora los ladrones parecen poner en marcha otra modalidad de robo, los candados de los cementerios, pensando a lo mejor que los muertos no salen, pero olvidándose de que los vivos están al acecho. (Relaciones Públicas Ayuntamiento).
