Juan Baptista dos Santos fue un gitano que nació en Faro (Portugal) en el año 1843. Sus padres eran normales, al igual que sus dos hermanos, pero él era un “poquito” diferente. Su rareza consistía en una tercera pierna que le nacía en medio de las normales. Como es lógico Juan se convirtió muy pronto en una atracción médica en toda Europa, pero a pesar de poder haber vivido realmente bien exhibiendo su “peculiaridad” nunca lo hizo, llegando a rechazar una suma de 200.000 francos franceses ofrecida por un circo galo con la intención de llevárselo de gira durante dos años. La tercera pierna de Juan eran en realidad dos piernas unidas entre si, con ocho dedos, y dos talones, tibias y fémures. Habría sido fácil extirparla, (algo que algunos doctores le recomendaron) puesto que este apéndice estaba unido a la parte baja de la columna solo por tejidos blandos. La pierna extra carecía de movilidad y sensibilidad; además Dos Santos se la ataba a la pierna izquierda, por lo que podía
